Lo peor de 2008

diciembre 31, 2008

10.000
100002El macarra de Roland Emmerich volvió a demostrar su falta de escrúpulos, evidenciada en Independence Day, en mezclar sin paliativos presunto cine prehistórico y derivaciones esotéricas a lo Cuarto milenio con una desvergüenza que no deja de ser admirable por su aplomo.

88 MINUTOS
88minutos3O de cómo Al Pacino sigue empeñado en tirar su prestigio por la borda y negándose a reconocer que ya su tiempo ha pasado y no tiene edad para ciertos papeles. Para asombro general, fue capaz de arrastrar a su compinche Robert De Niro en otro desastre similar, Asesinato justo. Anoche curiosamente volví a verles en El padrino II. Sic Transit Gloria Mundi.

ALIEN VS. PREDATOR 2
alien20vs20predator202_115872Personajes que alcanzaron la excelencia en manos de Ridley Scott, James Cameron y John McTiernan convertidos en productos de tienda de veinte duros. Ni la teniente Ripley hubiese podido haber puesto orden marcial en este desastre con actores sacados de restos de serie un reality. Imposible sentir pena cuando los bichos se los comían.

CIEN CLAVOS
CENTO CHIODI pressbook espEl desastre cultureta del año. Ermanno Olmi, uno de estos cristianos progres que en los 60 alcanzó la fama junto con infiltrados de la talla de Pasolini, se ha convertido al derechismo ratzinguista con esta infumable historia donde un bibliotecario se dedica a asesinar libros y poner en duda la validez del conocimiento intelectual a cambio de volver a la sencillez evangélica. Como se descuide lo hacen santo.

EL AMOR EN LOS TIEMPOS DEL CÓLERA
elamortiemposcolera1García Márquez sigue sin tener suerte en sus adaptaciones al cine y Javier Bardem no siempre acierta en sus papeles. La prosa del Nobel colombiano se convierte en un caos spanglish que es un muestrario sobre los tópicos que los anglosajones de Hollywood tienen sobre los latinos. Para redondear el naufragio, cantaba Shakira.

PROYECTO 2
proyecto22No puedo negar cierto cariño a esta película porque generó la polémica más intensa en el año de vida de este blog. Un thriller científico con vocación internacional que recordaba demasiado a los desastres hispanoitalianos de los 70 con inglesas inverosímiles y tramas caóticas.

SANTOS
santos1Película española que curiosamente iba en la línea de otro de los grandes Titanic de este año, The Spirit, demostrando que lo que funciona en cómic puede ser un petardo en cine. De todos modos, los que defienden que en el cine patrio se blanquea dinero tuvieron un gran argumento en este film

SPEED RACER
speedracer1Los hermanos Wachovski no superaron el dejar el mundo de Matrix y se la pegaron con el film más indignantemente estúpido del 2008. Una imbecilidad llena de efectos que no te dejaban seguir la historia y una inmoralidad que decía que poner los coches a tropecientos por hora y cargarse el rival era superguay.

THE SPIRIT
spirit3Como en el caso de El intercambio, el post respectivo es el previo a esta relación, así que no abundaré en detalles. Pero tres días después de verla sigo pensando en la teoría del negro que ha ayudado a Frank Miller en sus éxitos en el cómic. Si les soy sincero cada minuto cobra más fuerza.


Sobrevivir antes del Apocalipsis

abril 27, 2008

Puede que a muchos les sorprenda que 3 días ganase el Festival de Málaga, pero era el sitio exacto donde hacerlo. Un evento como el de la ciudad de la Costa del Sol, donde se prima la industria y su gran hito es tener al Duque de Sin tetas no hay paraíso paseándose por la calle Larios todo el tiempo era el ideal para que ganase este producto. Cuenta con el patrocinio de Antonio Banderas, que sigue intentando escapar de su fracasada carrera en Hollywood –Mi novio es un ladrón llega como escolta de Iron Man el próximo miércoles- montando producciones de sabor andaluz. 3 días cumple los requisitos: además del señor Griffith se halla a la producción Maestranza Films. La dirige un debutante cordobés procedente del mundo del cortometraje, F. Javier Gutiérrez. La música es de Antonio Meliveo, otro malagueño. Los actores son mayoritariamente de la tierra, con Mariana Cordero, Vicente Romero o el algecireño Víctor Clavijo como más destacados. En este ambiente patrio, uno se pregunta si el darle el papel del villano de la función a un catalán, el gran Eduard Fernández, es más que una casualidad.

 

            Todo esta mezcla de andalucismo y solvencia industrial da como resultado un film curioso y fallido, pero con una extraña capacidad de seducción. El empezar como una película de Michael Bay, con ese satélite estallando en pedazos con una banda de sonido convenientemente elevada, es sintomático de la esquizofrenia que sacude a  3 días. Por un lado espectacularidad que sigue las normas de los thrillers americanos actuales. Por otro, un drama familiar en medio del Apocalipsis. Entre estos dos extremos se mueve Gutiérrez. Uno intuye que el director está más a gusto con la segunda vertiente que con la primera. A veces se nota demasiado que 3 días está pensada para entrar en el mercado americano, con la ayuda de la agenda de Banderas. Es la historia de una familia en apuros cuando faltan 3 días para que un meteorito se estrelle contra la Tierra y nos extinga como en su momento ocurrió con los dinosaurios. En este ambiente,  se enfrentan a su peor pesadilla: la fuga de un asesino sistemático que ya les hizo daño y aprovecha el caos mundial para rematar la faena.

 

            Esto hace que 3 días caiga en el fantasma de la indefinición. El arranque, cuando empieza el pánico, es estupendo, con la recreación de un pueblo andaluz aplastado por el calor veraniego. En esto último se nota que el director cordobés sabe de que habla. Luego, la aparición del asesino deriva a la película a una arquetípica película de psicópatas donde el que se convierte en líder de la familia por las circunstancias se halla a sí mismo. La ironía es un tanto incomprensible. Esta gente lucha por vivir cuando en horas todos estarán muertos. Pero las persecuciones y las violencias no aportan nada al género.

 

            Sin embargo, Gutiérrez se muestra como un director bastante bien dotado para su oficio. A pesar del discutible y un tanto absurdo giro argumental, consigue rodarlo todo con una tensión y un sentido de la planificación modélicos. Además, se le ve predispuesto a filmar historias con fondo dramático siempre que le dejen y no entren por medio otros factores más comerciales. Con lo que habrá que seguir la pista a este cordobés tan bien apadrinado en su debut.


Policías poco intensos

abril 27, 2008

Los que conozcan la percutante obra de James Ellroy, el novelista americano autor entre otras de L.A. Confidential y La dalia negra, reconocerán rasgos suyos en el guión de Dueños de la calle (traducción española del original Street Kings que parece el nombre de un grupo de rap). La trama de policías de Los Angeles entre policías de Los Angeles. La corrupción en el cuerpo, sin detalles moralizantes a lo Serpico: la podredumbre es más un estado social que una anomalía. Agentes de la ley tomando decisiones morales y torturados por su vida. Violencia contundente y emblemáticos cadáveres putrefactos enterrados, como el Lee Blanchard de La dalia negra.

 

            Pero también echarán de menos otras cosas, aunque no parece que haya que contabilizarlo en el debe de Ellroy, sino en el del apagado director del filme, David Ayer, guionista de esa trampa llamada Training Day. Dueños de la calle no llega hasta el final porqué no se explotan sus posibilidades dramáticas. Sabemos que el policía protagonista, al que le toca enfrentarse a una trama de corrupción entre sus compañeros con ecos del escándalo de la comisaría de Rampart, una de las mayores sacudidas en uno de los cuerpos más conflictivos del mundo –escándalo que también inspiró la magnífica serie The Shield-, está amargado por la muerte de su esposa y eso le lleva a actuar al límite, entrando solo a eliminar bandas de secuestradores como al principio del film, pero eso no se nos transmite. Parte de la culpa la tiene el confiar el protagonismo a un pasmao como Keanu Reeves, cuando haría falta un actor con más aristas. Pero es Ayer el que echa el freno con una dirección demasiado funcional centrándolo todo en la habilidad de la trama pero sin explotarla a fondo. La maestría narrativa de Ellroy se impone y queda un guión, el primero que ha escrito ex profeso para el cine, bastante interesante en el crescendo de su historia y en la desoladora sensación de mierda generalizada que deja. Como es habitual en el escritor, el ganar no te hace mejor persona y no deja de tener sus pérdidas en el camino. Pero uno se queda con ganas de ver mayor intensidad dramática y más atmósfera en una película que la reclamaba a gritos.

 

            Tal vez es que otras dos manos, Kurt Wimmer y Jaime Moss, han metido mano en el guión de Ellroy. Pero para los espectadores que no sean tan tiquismiquis como este Alcancero, o los que no conozcan la brutal intensidad que pueden alcanzar los escritos del novelista americano, les queda un apañado policial que sigue la estela de la magistral La noche es nuestra, con lo que esperemos estemos asistiendo a una cierta resurrección de uno de los géneros que más alegrías ha dado al cine americano.


El mundo de Alicia al revés

abril 25, 2008

A pesar de todo, Terry Gilliam no debe olvidar su etapa en el legendario grupo Monty Python. En una de las escenas de Tideland, estrenada después de su fallido intento de reconciliarse con una industria que nunca le ha querido en El secreto de los hermanos Grimm pero rodada antes (o mejor durante, ya que como es habitual en Gilliam su film sobre los célebres folkloristas hubo una interrupción que aprovechó), sale un disco con el inquietante epígrafe Monty Python. Se halla literalmente en una esquina de un plano y hay que fijarse para verlo. A lo mejor, el cineasta no deja de añorar esos felices tiempos, donde hacía inimitables animaciones y colaboraba en alguno de los guiones más delirantes que jamás se han escrito. Con una carrera cinematográfica escabrosa, llena de incidentes y con aciertos y fracasos equivalentes, no es extraño que recuerde aquellos maravillosos años.

 

            Tideland no va a reverdecer sus laureles precisamente. Es una historia que levantó polémicas en su presentación en San Sebastián, donde más bien de una forma inverosímil ganó el Premio de la Critica. El ver a una niña  preparando picos a sus drogadictos padres y sobre todo seduciendo sexualmente, tal y como está el tema de la pederastia, fue demasiado para muchos estómagos. Pero este escándalo no es para tanto visto el film. Son peores para su visionado otros errores. Es peligroso hacer una película donde todos los que salen son unos tarados o directamente unos psicópatas. Gilliam no trasciende esta antipatía y no sublima con la poesía de lo frikie ni con el humor negro. La insoportable Jeliza-Rose, encarnada por Jodelle Ferland, tiene demasiado metraje con sus jueguecitos con las cabezas de sus muñecas, que no aporta nada nuevo. Y hay excesiva histeria en las actuaciones y muchos planos deformados, como sustituto fácil de una historia no tan deforme como parece. Definitivamente, estos marginados de la vida no inspiran nuestra simpatía. Y eso que la estrategia era bastante interesante, ya que se trataba de hacer una inversión de la historia de Alicia. La niña protagonista, que por algo lee el libro de Carroll, llega a un peculiar país de las maravillas, donde todo es terrible, sus personajes son peligrosos sin saberlo a veces y Jeliza-Rose no es una inocente que se diga. Pero este planteamiento no se lleva bien a cabo.

 

            Gilliam ha demostrado en otros films de su obra, como Brazil, tener una atractiva poética de lo grotesco, pero con los mimbres de Tideland era difícil y no lo consigue. Pero el ex Monty Python es como Curro Romero, cuando se le da por muerto resucita. Confiemos en que aún le quedé fuelle para sorprendernos en el futuro.