Proyecto sin rumbo

Proyecto dos sigue una deshonrosa tradición de nuestro cine, bastante olvidada: la de aquellos filmes que en los 70 intentaban imitar con más vergüenza que miedo los clásicos del terror de la época, chez Hammer a la cabeza. Esta desastrosa película, 30 años después, intenta hacer lo propio con los thrillers a la moda. Personajes cotidianos atrapados en situaciones que los superan, ciencia ficción de baratillo, sorpresas de guión fáciles y acción. Pero como digo, el resultado es nefasto.

 

La pregunta es si las cinco personas que han metido mano en el guión lo estropearon o es que fueron necesarias para intentar poner orden en algo que desde el principio iba torcido y que nadie supo arreglar. La trama esta llena de inverosimilitudes difíciles de creer. Uno no se traga a la racial Lucía Jiménez de agente del MI 5 ni a esos extraños asesinos de Europa del Este que hablan entre ellos español con acento rrruso, en vez de hacerlo en su idioma. Pero esto es lo de menos en esta trama absurda, con grandes elementos de cine basura. Uno de tantos ejemplos: se supone que en los años 60 había un sujeto científico que era igual que Adriá Collado, actor que parece estar especializándose en este tipo de filmes. Cuando aparece ya anciano no tiene ni rastro de ese parecido. La vejez cambia pero no tanto. Otro ejemplo. Al final el ayudante de Collado en el laboratorio donde trabaja le escribe una carta preguntándole donde se halla. Si la recibe no debe andar tan desorientado, digo yo.

 

            En fin, que sólo cabe señalar algo en lo que Proyecto dos se diferencia de sus antecesoras de los 70, y es en la calidad de su factura técnica. Uno cree que montadores, técnicos de sonido, etcétera, han tenido que sudar lo suyo para intentar dar coherencia fílmica a un guión naufragado desde el principio. Que buenos vasallos si hubiese buenos señores. Tal vez alguno de ellos, si se asoma por aquí, podría explicar quien demonios es quien dispara a los agentes del servicio secreto de su majestad en la terraza del hotel madrileño donde se finiquita la acción.

7 Responses to Proyecto sin rumbo

  1. Microalgo dice:

    Pues vaya cosa.

    Y bueno: ¿Vio Usted Tideland, de Gillian? Si hay crítica, me gustaría leerla… porque yo mismo no me aclaro en si me gustó o no la cinta.

  2. Microalgo dice:

    Ah, espere, espere, que está más abajo y me lo había saltado!!!

    (Sorry).

  3. ¡Me insta a recoger el guante!

    Ghracias por el piropo del párrafo final que, de alguna manera, anula totalmente la dureza del inicial: las pelis de los 70 ni tenían facutra ni tenían cine. Respecto a lo de reproducir modos visuales de género ¡es lo que el cine español ha hecho toda la vida! No olvidemos que, en su mejor etapa, no deja de ser neorrealismo italiano, pero eso siempre se critica menos que el thriller.

    Antes de que dispare, hay montados un montón de planos del asistente de Eldrich mirando a los agentes desde un punto elevado: si no lo vió, sería por hastío. Ése es el señor que dispara.

    No me cabe duda de que alguien tan analítico y de verbo Cervantino como usarced podría profundizar muuucho en los peros puestos a la peli (la crítica es más bien concisa) así que, citando a Don Miguel, mejor es no meneallo si no quiero llevarme una buena azotaina.

    Sólo decir que me extraña que, en tan breve crítica, se centre en errores más bien superficiales y achacables a producción (acentos, casting, lo de la caja recibida – hubo una versión donde se alargaba la frase de Martín para explicarlo, pero jodía el sentimiento del bloque: NUNCA hay que dar explicaciones al que las buesca por no haber entrado en la peli -. Por el contrario, los defectos estructurales son resueltos con epítetos sin mayor profundización. Y no niego que existan algunos puntos oscuros o, simplemente, que se hubiese podido profundizar en algunos aspectos ¿Qué es una sorpresa barata? ¿Por qué la peli no tiene rumbo? ¿»Nefasta»? Guarde ese adjetivo para «Apocalypto».

    Como montador, he trabajado incluso en reescrituras de secuencias para el redoblaje, con lo cual creo que hay partes de la intriga bien fundamentadas y, lo que es más importante: las motivaciones de los personajes son matizadas y coherentes. Eso, por no decir el cuidadoso orden en el que se han reestructurado los acontecimientos o cómo se han abordado los dos grandes bloques de aportar información: lo que podría ser la solución facilona y dialogada de guión se ha convertido en algo dialéctico, donde las dos – siempre dos – veces que se revela el «pastel» es para decir exactaemente lo contrario. ¿Quién miente? ¿Todos?. Hacer referencia a los «cinco guionistas» es como abordar la peli con el prejuicio del «origen televisivo del director».

    Y que se logre, virtud a un calculado desdoblamiento del protagonista (Adrià/Lucía) el lograr tener un tercer acto de 40 minutos (gracias a que, por ello, hay dos puntos de inflexión hacia el tercer acto) de acción sin parar, creo que es algo tan inédito en el cine español que merece una consideración superior a la de «Nefasto».

    Salvo que el 99% del cine español esté por debajo de «nefasto», lo cual también pudiera ser, en cuyo caso me tomo el apelativo como todo un elogia.

    Con todo mi amor (y bien sabe usted que es cierto, a la vez que yo soy sabedor de la estima que nos profesa. No deje nunca de visitarnos y asustarse al ver a Paco con Carlos Saura)

    Vicisitud y Sordidez.

  4. Ah, y mil gracias por haber visto la película. Seriously.

  5. alcancero dice:

    Estimado VYS:

    Es un placer tener a tan insigne blogger en el Alcancero, le doy la bienvenida que reciben todos los que se asoman por aquí la primera vez. Se lo digo sin coña, me parece admirable su defensa de “Proyecto Dos”. Podría usted decir como los nazis de Nüremberg eso de “Yo solo cumplía órdenes”, pero no. Su grado de implicación es plausible.

    Gracias por lo de verbo cervantino. Teniendo en cuenta los meneos que han metido ustedes en su estupendo blog a algunos críticos, debo darme por afortunado.

    Decía Sun-Tzu en “El arte de la guerra” que un general sólo plantea la batalla cuando sabe que ha ganado la guerra. No creo que la cita sea muy pedante, ya que algunos ilustres cineastas han comparado el hecho de rodar con una operación militar. No creo que se pueda separar los errores de producción del resto del film. Si los preparativos ya van torcidos pueden comprometer mucho lo que venga. Se empiezan a acumular errores que luego son insalvables. Dicho al modo del estratega chino, un director plantea el rodaje cuando sabe que en preproducción todo está atado y bien atado. Y no creo que sean fallos superficiales. Un fallo superficial es un error de raccord en el que en un plano se ve un vaso vacío y al siguiente lleno. Los de “Proyecto Dos” son mortales pues dañan la credibilidad de la historia.

    Los fallos como el de la caja del final son precisamente los que sacan a la gente de las pelis, y les impide darse cuenta de lo del asistente de Eldrich (gracias por la aclaración). Parece que usted exige una entrega total del espectador, que entré en la película y no se haga preguntas. Pues creo que es obligación de los cineastas dar las cosas bien trabadas, o hacer usar el magín del espectador dejando detalles abiertos de forma inteligente.

    Y estoy de acuerdo en que en cine de los años 70 que refiero nadie se lo tomaba en serio, y aquí al menos estaban ustedes, los de postpro, intentando arreglar el desaguisado de dirección y sobre todo guión. No me sea usted tecnócrata eisensteniano. De hecho usted mismo confiesa el haber tenido que reescribir escenas para el redoblaje, lo que parece demostrar que el material que llegó no estaba nada claro. Pero por mucho que los montadores hagan terceros actos con peso de la acción, si no hay nada que lo sustente no vale de nada. Le aseguró que en esa megasecuencia el espectador no está viendo eso, sino porqué demonios el viejo científico no se parece nada a Adriá Collado. Esto es lo que jode un trabajo técnico por muy bueno que sea éste.

    Y no estoy de acuerdo con su apreciación del cine español. Su problema no es que se pase la vida imitando a géneros foráneos, sino que hay demasiados autores. Le aseguró que a mi una buena película de género, y más si es thriller, me encanta, pero no esta mala copia de los filmes de Jason Bourne. Seguro que un “Proyecto Dos” bien orientado le da mil vueltas al “2 de mayo” de Garci, que a pesar de todo el apoyo oficial que ha tenido ha sido incapaz de tener el film listo para sus fechas lógicas.

    En fin, que gracias por aparecer por aquí, y espero algún día hablar de esto con usted en alguna de mis subidas madrileñas delante de una buena cerveza. Un abrazo cordial.

  6. No dude que será recibido con loores, sobre todo con la cada vez mayor presencia de Hermanastra en la capital.

    La caja, por cierto, puede ser enviada a un apartado de correos. Como dijo Paco Fox «Yo sé que en cine existe la elipsis y, con la caja, puedo «fill the blanks»». En un montaje, se añadió la frase explicativa y sólo era una forma de estropear el tono del epílogo.

    Puedo concederle lo del parecido de Eldrich, pero, una vez más, se basa en un fuerte subjetivismo: hay a quién no le saca. De hecho, juega a favor de que Eldrich le diga que, meramente es su hijo, y no un clon. Dicho esto, ¡hay tantos imponderables de producción que acontecen durante el rodaje! Lo del general, pese a la bella metáfora, es todo menos representativo de lo que es el cine: pura concesión y posibilismo.

    ¿Cambiar el guión? De verdad, a la que se inicia un rodaje, siempre se piensa que el guión está bien. A veces, no cambian los fallos por cabezonería o por no dejarse asesorar por las personas indicadas (¡y esas no serán nunca productores españoles!). Pero, muchas veces, es MUY DIFÍCIL detectar ciertos problemas de guión a priori. Por eso los montadores existimos como profesión.

    Y la dirección de la peli no me parece un desaguisado: su puesta en escena dinámica aplasta, por ejemplo la estática teatralidad de «3 días». El dominio del tempo y las miradas en los acotres es ejemplar, la persecución está bien resuelta… No hay atisbos de cortismo clásicos de las óperas primas, sino un director con una inmensa experiencia a la hora de poner en pie ficciones de hora y media. Y con una habilidad extraordinaria para manejar la reacción del espectador, en serio.

    ¿Quier guiones catastróficos? (y un fallo de casting o la explicación de la caja NO son catástrofes de guión) Analice lo que ocurre en «Iron Man» pasados los 20 minutos iniciales. ¿Acaba alguna vez el primer acto? ¿Existe el conflicto o decisiones que tomar?

    Eso sí es un guión de derribo.

    No vea acritud: es un crítico usarced al que queremos y respetamos. Y al que deseo conocer in the flesh. Pero entienda que el panorama de la crítica no está como para dar saltos de alegría, y la capacidad de análisis brilla por su ausencia en muchos. Por ello, es un placer poderse defender argumentando.

    Y es que, si Proyecto Dos es nefasta, no quiero pensar lo que serían otras cosas, como «Gangs of New York»,

    Ay, no, espera, creo que «Gangs of New York» estuvo sentada en los juicios de Nuremberg.

  7. alcancero dice:

    Estimado VYS. Creo conveniente dejar el debate en este punto, más que nada por estar nuestras posturas claras y tampoco es cuestión de fatigar al lector con una historia que se enreda en si misma y no avanza. En cualquier caso, me da a mi que a pesar de la animación dialéctica tenemos más puntos en común de lo que parece. Queda prometido ese encuentro en el futuro. Un abrazo.

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