Sangre con fecha de caducidad

Gracias al préstamo hecho por un par de amigos, ayer revise en DVD, ese formato que ya parece condenado por el Blue-Ray y nos obligará a recomprar equipos y películas de nuevo merced a la voracidad de las empresas, El ansía. Me acerqué a ella con miedo, pues temía que el tiempo hubiese pasado por este film como por los rostros de sus personajes, pero no. Vista un cuarto de siglo después de su rodaje, tiene grandes valores.

            Tony Scott demostró ser el hermano pequeño de Ridley hasta en esto. El ansía es un clásico menor pero que nunca fue superado por su director, al igual que Alien y Blade Runner quedaron como rara avis en la carrera del mayor de los Scott. Más allá de ser un film de vampirismo de diseño, es una de las películas más rotundas que se ha hecho sobre la decadencia y la vejez. La idea del reloj biológico que nos acaba pasando factura está siempre vigente, no sólo en las investigaciones de la doctora encarnada por Susan Sarandon. Estos vampiros tienen fecha de caducidad frente a la inmortalidad de los nosferatús habituales. La ancianidad cae sobre ellos de improviso. Pero esta sensación no deja de ser muy humana: a todos nos pasa lo mismo aunque el proceso sea más lento. No es el único detalle original sobre el tema. La iniciación a ser un chupasangre es mostrado como una adicción física, como una drogadicción.

            El decadentismo de los flous y del colorido va bien con los personajes, que repiten en el Nueva York de los 80 las mismas músicas que interpretaban en el siglo XVIII, como si vivir muchos años no significase cambiar las costumbres. Es un acierto que les den vida David Bowie y Catherine Deneuve, adecuadísimos para dar vida a vampiros. Su estructura es también muy curiosa, con dos partes donde se muestra primero el destino del vampiro y luego su nacimiento, como contado al revés. Y hay un aspecto del film que se nos escapó a los que lo vimos en su momento. Lógico, pues era una profecía. El ansia hablaba sin saberlo de cómo toda aquella modernidad de neón de los 80 acabaría bajo capas de arrugas, y que no todos serían capaces de reciclarse como, digamos, un Pedro Almodóvar. Muchos acabarían en la cuneta como los vampiros que la protagonizan.

One Response to Sangre con fecha de caducidad

  1. Microalgo dice:

    Qué me va Usted a contar, Maese Alcancero…

    De todas maneras, no sólo salvaría yo esas película de Ridley Scott. Los duelistas me parece una de las mejores adaptaciones de una novela al cine. Y Thelma y Louise… hombre, no es una de mis películas favoritas, pero hay que reconocer que es de las que han quedado en el recuerdo de la gente.

    Esta del Ansia no la conozco. Pero, después de Cristopher Walken, el mejor que puede hacer de vampiro debe ser, en efecto, David Bowie.

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