APOCALYPTO
Si Mel Gibson pretendía levantar su alicaída carrera cinematográfica dirigiendo esta epopeya maya, se equivoco, pues es un inverosímil film sobre una especie de superhéroe insensible al dolor y con un chocante final donde el integrismo cristiano de Gibson se delata.
CAÓTICA ANA
Medem no controló la tendencia al desbarre que muestra siempre su cine y se le fue de las manos esta presuntuosa reivindicación del eterno femenino que confundía lo poético con lo meramente arbitrario y sin sentido.
CIUDAD DEL SILENCIO
Jennifer Lopez se deprimió mucho ante la mala acogida a esta producción suya sobre el drama de las mujeres asesinadas de Ciudad Juárez. Una muestra más de que el infierno está lleno de buena intenciones, pues además de la denuncia hace falta un guión menos desastroso y unos intérpretes más entonados.
DÍAS DE GLORIA
Otra reivindicación, en este caso del papel que jugaron los magrebíes en el ejército francés durante la Segunda Guerra Mundial, ahora que la inmigración es un problema. Pero no pasaba de ser un film bélico de los más tópico y con una batalla final risible.
EL CORAZÓN DE LA TIERRA
Uno de los grandes desastres del año. Un ambicioso film con vocación de ser el Novecento andaluz y se quedó en un absurdo gazpacho de actores de diferentes nacionalidades que no superaba el estadio del culebrón más rancio.
EL GUÍA DEL DESFILADERO
Innecesario remake estadounidense del film de Niels Gaup, que pasa la acción de laponia a la América precolombina. La película original tenía su interés antropológico, pero la nueva versión es un canto a la fuerza bruta y al cine tosco.
FLYBOYS
Más hazañas bélicas, en este caso sobre los voluntarios americanos en la aviación francesa durante la I Guerra Mundial. Otro guión chocarrero y unos efectos especiales que no estaban a la altura del tercer milenio, con combates aéreos donde el ordenador cantaba como las ametralladoras de estos caballeros del aire.
HANNIBAL, EL ORIGEN DEL MAL
La avaricia de seguir explotando el filón Lecter llevó a esta narración de porqué se convirtió en un caníbal. Moralmente resbaloso, pues le daba una justificación a este depredador. Y cinematográficamente pobre, pues encima dejaba más preguntas que respuestas sobre el nacimiento del monstruo.
LA INFLUENCIA
Pedro Aguilera pareció convertirse en una de las grandes esperanzas blancas de nuestro cine en 2007 con esta película aclamada en Cannes. Pero supo dar gato por liebre, pues nadie pareció darse cuenta de que es una mala clonación del estilo de Jaime Rosales pero quedándose en lo superficial, sin enterarse de nada.
LA MASAI BLANCA
Film alemán basado en una historia real: la de una burguesa que en un viaje a Kenia lo dejó todo al enamorarse de un guerrero masai, compartiendo su vida en la tribu. Una historia de amor loco que fracasaba por la corrección televisiva con la que estaba contada. Demasiada estética bonita para el duro corazón de África.
LUZ DE DOMINGO
Garci desesperadamente fiel a si mismo. Intentando ser John Ford sin talento, con sus espesos guiones y sus recursos al melodrama fácil. Uno se pregunta porqué Alfredo Landa ha tardado tanto en pelearse con el director.
MARÍA ANTONIETA
Directora sobrevalorada donde las haya, Sofía Coppola volvió a demostrar su gusto por el cine vacío y de diseño con la biografía de la reina de Francia, lleno de vaporosos planos, banda sonora guay, y una completa inanidad narrativa. Encima nos evita las escenas del juicio y ajusticiamiento de su majestad. Para guillotinarla.
PLANET TERROR
Mientras su colega en el proyecto Grindhouse, Quentin Tarantino, añadía otro entorchado a su carrera con Death Proof, Robert Rodríguez naufragaba con esta presunta parodia del cine de zombies. Y es que no hay nada más contraproducente que una película de humor que no tiene ni puñetera gracia.
SEDUCIENDO A UN EXTRAÑO
O la palmaria demostración que un sector de Hollywood ha tomado definitivamente al público por idiota, con un guión que tiene una sorpresa final que es una tomadura de pelo. Como si la gente se tomase al cine como un circo lleno de saltos inverosímiles. Halle Berry sigue sin levantar cabeza desde el Oscar por Monster’s Ball.